1.
Orientar a toda persona hacia la adoración a Dios por medio de un
encuentro directo, consciente y deliberado con la Persona de Cristo Jesús,
Hijo de Dios, Salvador y Señor Nuestro.
2.
Conducir a toda persona hacia la restauración integral de su vida
social, emocional, económica, familiar y espiritual, para que llegue a ser
miembro activo del cuerpo de Cristo (la iglesia), y útil a la sociedad.
3.
Capacitar a toda persona restaurada para que pueda conducir a otros
hacia el fin anterior.
4.
Promover la preparación de auténticos lideres que se comprometan a
activar la adoración y el servicio a Dios en el cuerpo de Cristo (la iglesia) y
en la sociedad integral